jueves, 8 de septiembre de 2016

Poesía en las celebraciones del V Centenario del fallecimiento de Fernando el Católico

El quinto centenario de la muerte de Fernando el Católico, ocurrida en la localidad extremeña de Madrigalejo el 23 de enero de 1516, se ha conmemorado con diversas eventos a lo largo de este año 2016. Entre ellos, hubo un acto poético con la asistencia tres poetas nacidas en la localidad. Lo más notable desde el punto de vista histórico es que el día anterior, 22 de enero de 1916, el rey firmó su testamento. En él disponía que tanto los reinos que habían pertenecido a su esposa Isabel la Católica, como los suyos y los conquistados pasaran a un único heredero, por lo que puede considerarse el acta de nacimiento de España como nación.
            El pasado 14 de agosto la Asociación Cultural “Madrigalejo 2016” organizó un encuentro poético en La Casa de Cultura de tres poetas de este municipio: Silvia Gallego Serrano, M. Ángeles García Carranza y la socia de Beturia Amelia Peco Roncero. Además, Amelia Llevó algunos títulos de libros publicados por Beturia que fueron expuestos durante el acto.
            No es muy usual que tres mujeres coincidan, no solo en ser del mismo pueblo, sino que lo hagan en un mismo espacio temporal y al mismo tiempo en su forma de sentir el arte poético: la tierra, el erotismo y la defensa de lo femenino.
            Fue un acto emotivo en el cual compartimos con nuestros paisanos el amor por la poesía. Tal vez, algunos fueran por el hecho ver a tres poetas de su mismo pueblo y puede que, hasta se sintieran orgullosos. 
            Yo tengo que decir, que me sentí orgullosa y satisfecha de mi gente y de mi tierra por el cariño y el respeto con el que me han tratado cada vez que he tenido oportunidad de realizar alguna actividad cultural.
            También me di cuenta de que cuando la cultura en cualquiera de sus géneros comienza a movilizar la mente de un ser humano es como si un campo bien abonado comenzara a brotar y fuera imparable la cosecha que acabaremos recogiendo.
            Está claro que los pueblos avanzan y crecen según su nivel cultural: La sabiduría de aquel que labra la tierra y el saber que guardan las bibliotecas deberíamos conjugarlos al mismo tiempo, porque no podemos olvidar que el medio rural y el saber popular son fuertes como tronco de encina.
            Cuentan que en la antigua Alejandría en la época de Tolomeo I, sucesor de Alejandro Magno, cuando algún extranjero llegaba a la ciudad se le registraba, no para ver si llevaba algo malo, sino para ver si llevaba algún libro; si era así, se llevaban el libro y comprobaban si estaba o no en la biblioteca, si estaba, el libro era devuelto a su dueño si por el contrario no lo tenían se quedaba allí pasando a formar parte de lo que fue el primer Centro de investigación y del saber del mundo:  La biblioteca de Alejandría y, al dueño del libro, se le compensaba por ello.
            Termino con una frase de Aristoteles, maestro de Alejandro Magno:
            “El destino de los imperios depende de la educación de su juventud”.
            Gracias de nuevo a todos y elevemos al ser humano mediante la cultura.


Amelia Peco.