miércoles, 12 de noviembre de 2014

Queridos beturios:
 Dificultades técnicas nos han obligado a abrir un nuevo blog e impedido usar el nombre de Beturia para seguir desarrollándolo. No voy a entrar en disquisiciones de aburrido contenido al respecto, únicamente con el fin de encontrar una cabeza culpable a la que decapitar. No perdáis tiempo. Es la mía. La verdad es que me entristece mucho dejarla suelta, no por lo que vale, sino por el aprecio que le tengo. Así que, aquí me tenéis, a medio guillotinar, esperando pillaros con la guardia baja, solidarios y sensibles con mis horas bajas y mis afectos personales y el placet de vuestra benevolencia.
Somos los de siempre. Los de Beturia, la Beturia literaria, escritores, lectores, andariegos, sibaritas, austeros- los menos-, ajedrecistas, maestros, académicos,  periodistas, músicos, pintores, noctámbulos y madrugadores, etc, todos jóvenes, con esta juventud que no depende del tiempo sino de las ganas, que ya sabemos que la fe mueve montañas. Así que, iniciamos nueva andadura, a toda prisa, luego le pondremos el lustre que se merece,  sólo para deciros que espero que hayáis tardado en olvidar por lo menos,¡ por lo menos!, los 19 días y 500 noches de Sabina y que no se diga que lo nuestro duró lo que duran los peces de hielo en un whisky on the rocks, porque Beturia es la de siempre y vosotros y los libros, los protas de toda la historia. A. Pons Coch

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