martes, 24 de octubre de 2017

VIAJE DE BETURIA A GRANADA


Grupo de “beturios” en la Plaza de la Constitución o de las Palomas, de Guadix
       Como viene siendo costumbre en nuestra Asociación Cultural, hemos aprovechado el amplio “Puente del Pilar” (del 12 al 15 de octubre), para acercarnos y disfrutar de los tesoros que encierran, tanto la ciudad de Granada, como los distintos y maravillosos paisajes de las llamadas Alpujarras granadina, visitando lugares tan pintorescos y llenos de recuerdos de su pasado bereber en su arquitectura popular, como lo puedan ser Lanjarón, célebre por sus termas y aguas medicinales (pueblo blanco donde sus fuentes públicas están diseminadas por sus calles, cada una de ellas con un poema de Federico García Lorca grabado en hermosos baldosines de cerámica), Pampaneira, pueblo situado en el barranco de Poqueira y que conserva un conjunto urbano singular, hasta el punto de ser declarado Conjunto histórico-Artístico, o Trevélez, uno de los pueblos más altos de España, donde se puede degustar el famoso jamón de sus acreditados secaderos.

         Pero el viaje tenía otros destinos turísticos de tanto valor como los señalados. Acercarse a la bella ciudad e Guadix, situada en la llamada Hoya de Guadix, es reencontrarse con unos tiempos ya muy lejanos a nuestra civilización, como lo demuestran las miles de cuevas, algunas trogloditas, escavadas en las laderas de piedra arenisca que circunvalan la ciudad, muchas de ellas actualmente reparadas y puestas en circulación para los numerosos turistas extranjeros que prefieren vivir en ellas antes que en los hoteles. Visita imprescindible fue a la imponente iglesia catedral, mandada a construir y dedicada por los Reyes Católicos a la Encarnación, una de las más importantes catedrales de España, que guarda numerosos tesoros artísticos, entre los que señalamos, además de un imponente  coro, una copia de gran valor de la famosa Piedad de Miguel Ángel, esculpida en mármol blanco de Carrara. Todo el conjunto catedralicio ha sido declarado Bien de interés Cultural desde 1931.
La Alcazaba de Guadix vista desde el barrio de las cuevas.

         En el viaje a las cuevas, en los arrabales de la ciudad, destacaremos la visita a la capilla de la Virgen de Gracia, imponente obra excavada en las entrañas de un  monte, donde fuimos recibidos por el párroco, y donde se conserva un curioso Museo dedicado a Belenes creados por los más curiosos artistas del mundo.
         Un día entero lo dedicamos, acompañados por la guía que Ibertrável nos había asignado para todo el viaje, a visitar la inigualable ciudad de Granada. Por la mañana, con una temperatura ideal visitamos la catedral, considerada como la cumbre del Renacimiento español.
        Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las del palacio cristiano de la alhambra, la Universidad y la chancillería.
         El primer proyecto fue encomendado en 1506 a Enrique Egas que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de 1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien, en 1529, se encargó de las obras, que se concluirán en 1563, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
Fachada principal de la Catedral.
         Con la llegada de la política centralista de Felipe y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano en 1664, en la que se introdujeron elementos barrocos.
Nave central, capilla mayor y bóvedas de la catedral de Granada.
         La magnificencia del proyecto hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos. El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.
         En 1706 Francisco de Hurtado Izquierdo y posteriormente su colaborador José Bada construyeron el actual sagrario de la catedral. En él, el autor rompió su tendencia rococó, respetando la sobriedad de líneas y la estructura clásica del resto del conjunto.
         Visita imprescindible de la catedral es la Capilla Real, donde por decisión propia están enterrados los Reyes Católicos, doña Isabel I de Castilla y su esposo don Fernando II de Aragón, además de su hija la reina doña Juana I de Castilla y Aragón, su esposo don Felipe I de Castilla, “El Hermoso” y don Miguel de la Paz de Portugal, nieto de los Reyes Católicos muerto siendo muy niño.
      Los Reyes Católicos escogieron como lugar de enterramiento la ciudad de Granada, creando, mediante real Cédula fechada el 13 de septiembre de 1504, la Capilla Real. Fue construida entre 1505 y 1517 dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
Separada por una monumental verja decorada, forjada por Maestro Bartolomé, podemos contemplar los sarcófagos de los Reyes Católicos y de sus hijos Juana y Felipe.
         Comenzó a construirse en el año 1505 por Enrique Egas en estilo gótico. Intervinieron en su construcción, además, Juan Gil de Hontañón, Juan de Badajoz el viejo y Lorenzo Vázquez de Segovia.
         El Museo fue creado en el año 1913. Con el desarrollo del turismo en España en la segunda mitad del siglo XX se convirtió en uno de los centros de atracción turística de la ciudad de Granada.
         En el centro del crucero se encuentran los sepulcros de Isabel y Fernando, obra del artista italiano Doménico Fancelli, y los de Juana y Felipe, del escultor español Bartolomé Ordóñez. Los sepulcros son altos y marcado prioridad casi a la altura de tabernáculo (simboliza la cercanía de los reyes a Dios).
         La tarde del día dedicado a visitar Granada, como no podía ser menos, lo dedicamos a visitar la inigualable Alhambra, que por mucho que se visite siempre te sorprende con sus innumerables detalles de belleza, tanto en sus edificios como en sus jardines, siempre florecidos, aun en estas fechas del inicio del otoño.
         Como bien dice la propaganda turística hablando de sus bellezas, su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no solo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente.
            La Alhambra se levanta sobre la colina de la Sabika, uno de los puntos más elevados de la ciudad de Granada. Este emplazamiento buscaba una situación estratégica defensiva y a la vez transmitir un claro símbolo, donde la cima del poder es muy perceptible para el resto de la ciudad, una ubicación escogida para ser contemplada. La ocupación de esta colina se remonta a tiempos romanos. Del año 899 datan las primeras referencias escritas de un emplazamiento militar en la zona. A mediados del siglo XI, al convertirse Granada en capital del reino de Taifa, bajo la dinastía ziríes, se ampliaron las construcciones.
         La Alhambra pasó a ser residencia real, a partir de 1238, con la llegada al poder de Muhammaad Nasr, primer monarca del Reino nazarí de Granada, para lo que creó un abastecimiento de agua propio. Las construcciones más lujosas de los palacios que hoy se conservan, el de Comares y de los Leones, proceden del siglo XIV. El conjunto tiene una forma alargada e irregular adaptada a la forma de la loma sobre la que se levanta. Su longitud es de 740 m y su anchura varía entre los 40 y los 180 metros.
         Con los ojos como plato, los miembros de Beturia fuimos recorriendo todos y cada uno de los rincones de la Alhambra, para, poco después, desplazarnos a visitar el Generalife y disfrutar tanto del olor de sus numerosas plantas olorosas, como del maravilloso sonido de sus innumerables fuentes. Esta combinación de luz, color y música hace de estas edificaciones un lugar inigualable, dejándote con el deseo de visitarlo una y mil veces, y siempre con la misma sensación de asombro.
         Pero la noche en Granada es tan hermosa como pueda serlo el día recorriendo sus monumentos, o la tarde con el paseo por la Alhambra y el Generalife. Así lo pensaron un grupo numeroso de “jóvenes Beturios” que decidieron montarse una noche flamenca en el barrio del Albaicín, concretamente en sus cuevas del Sacromonte. No debieron pasarlo mal, porque a la mañana siguiente, durante el desayuno, los estragos de la noche venían reflejados en sus caras de sueño. ¡Pero valió la pena!
            El último día, el viaje, un poco para sosegar nuestro ánimo y descargarnos de tantas emociones culturales, derivó hacia otros lugares más tranquilo y nos acercamos al bonito pueblo de Alhama de Granada, pueblo que según la historia fue el último conquistado por las tropas de los Reyes Católicos antes de entrar en Granada. El pueblo, está situado en la parte occidental de la comarca de Alhama, a los pies del Parque Natural de sierra de Tejada, Almijara y Alhama lo que le proporciona veranos con temperaturas suaves.
El caserío de Alhama se levanta al borde un profundo “Tajo” 
                Alhama de Granada es conocida por sus baños termales árabes asentados sobre restos de los baños romanos, de los que procede su propio nombre, al-Hama, (que significa “el baño”) y que darían lugar al actual Balneario, y por sus imponentes Tajos y barrancos situados dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejada, Alminara y Alhama, espectacular paisaje formado sobre el río Alhama, confinados en la parte alta de la localidad y catalogados como Paisajes Sobresalientes según el Plan Especial del Medio Físico de Granada, (Monumento Natural de Andalucía de carácter Geológico).

         Su toma por los ejércitos de los soberanos de la Corona de Castila el 28 de febrero de 1482, en represalia por la toma nazarí de Zahara de la Sierra (Cádiz) en 1481, significó el inicio de la Guerra de Granada (este hecho se narra en el célebre Romance de la pérdida de Alhama, que nuestro poeta Pepe Iglesias nos recitó sobre uno de los Tajos). Durante la guerra, ya en manos castellanas, Alhama sufrió varios sitios por parte de las fuerzas nazaríes, todos sin éxito. Durante el tercero, entre 1484 y 1485, el alcaide de Alhama, Íñigo López de Mendoza y Quiñones, ordenó el uso de papel moneda.
         Tras la conquista cristiana por el marqués de Cádiz, Rodrigo Ponce de León y Núñez, la plaza conservó su importancia estratégica y económica. En 1486 los Reyes Católicos nombraron a Hernán Pérez del Pulgar, por medio de una Real Cédula, Capitán General de Alhama, en premio a su valor al protagonizar una arriesgada operación en 1482 en la que logra eludir el cerco y llegar hasta Antequera para pedir auxilio, evitando la pérdida de Alhama, estratégicamente situada en el centro del antiguo Reino Nazarí.
         La parte monumental del casco urbano se concentra en su zona suroeste. Todo el casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Entre los elementos más importantes se encuentra la Iglesia Mayor de la Encarnación, poderosa iglesia gótico-renacentista, levantada por orden de los Reyes Católicos en 1505 sobre la Mezquita Mayor, siendo la primera iglesia cristiana consagrada en el antiguo reino de Granada, tras su toma por los cristianos. Su portada es obra de Enrique Egas. También cuenta con un castillo, de origen árabe y reconstruido a principios del siglo XX sobre lo que fuera la Alcazaba; la iglesia del Carmen, edificio renacentista del siglo XVI con decoración barroca; la Casa de la Inquisición, de estilo gótico isabelino, que solo conserva original la fachada; el Hospital de la Reina, renacentista, primer hospital de sangre, y edificado sobre la que fuera casa del cadí de Alhama; y la fuente conocida como Caño Wamba, erigida en 1533, de estilo renacentista; el Granero Comunal o pósito, fue construido sobre la sinagoga existente a la conquista. La cristianización de la ciudad después de su conquista, condujo a la construcción de grandes conventos como el del Carmen o el de San Diego.
         Y con los ánimos llenos de buenas sensaciones y con el recuerdo de unos días de asueto, amistad y camaradería, dimos por finalizado el viaje… hasta que montemos otro…
         Gracias a todos los que hicieron tan fácil y agradable el viaje.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Un libro de Beturia inaugura la Feria el Libro de Guareña 2016

    Presentación del poemario "Estridencias", de Ángel Braulio Ducasse, reeditado por Beturia, en el primer día de la Feria del Libro de Guareña (13-octubre-2016).
    La presentación corrió a  cargo del prologuista de la reedición, Ricardo Hernández Megías. También participaron José Luis Álvarez (concejal de cultura de Guareña), Joaquín González Manzanares (presidente de la Unión de Bibliófilos Extremeños UBEx) y Pedro Fernández (presidente de la asociación cultural Luis Chamizo).
Ángel Braulio Ducasse
    Ricardo Hernández es natural de Santa Marta de los Barros (Badajoz). Reside en Madrid, pero muy ligado desde siempre con su tierra extremeña. Es Socio Fundador de la Unión de Bibliófilos Extremeños (UBEx), uno de los proyectos más interesantes y fructíferos para la recuperación del rico patrimonio bibliográfico de Extremadura. Miembro de la Directiva del Círculo Extremeño de Torrejón de Ardoz, Vicepresidente de Beturia Ediciones y Socio de Honor del Hogar Extremeño de Madrid. Desde 2004 a 2013 fue Presidente de la Federación de Asociaciones Extremeñas en la Comunidad de Madrid (FAECAM), que engloba a 25 asociaciones. Su afición por la literatura, desde sus años de estudiante en Sevilla y Madrid, le lleva a conseguir una importantísima biblioteca personal, entre cuyos volúmenes figuran muchos libros sobre Extremadura, que él aprovechará para publicar y dar a conocer temas y personajes de nuestra tierra.
Portada de la reedición de "Estridencias"
que reproduce la portada original
    La asociación cultural Beturia, con la colaboración del Ayuntamiento de Guareña, reedita el poemas ‘Estridencias’ de Ducasse. Se trata de un libro editado en 1936 con prólogo de Francisco Valdés y una selección de 23 composiciones poéticas. El libro fue dedicado “a la memoria de mi tío y padrino don Braulio Nava Villalobos. A mi tío don Fabián Lozano Reyes” (Guareña, mayo de 1935), aunque un año después lo editase Antonio Arqueros.
    Ahora, en el 80 aniversario de la muerte de Ducasse (1936), el impulsor de la reedición y prologuista Ricardo Hernández, intenta recuperar su memoria y su obra. Cree que Ducasse no tuvo tiempo para darse a conocer como poeta (dos poemarios) “y solamente como periodista pudo alcanzar algún reconocimiento”. Añade que “desgraciadamente, el bando triunfador, el franquista, no supo nunca reivindicar a aquellos intelectuales de derecha que murieron por defender su causa. "Ducasse fue un joven intelectual conservador de la escuela de Francisco Valdés, su maestro y guía tanto en el mundo del periodismo como en el de la poesía
     “Me gustaría (dice Ricardo Hernández), para cerrar este asunto, recuperar los artículos periodísticos y si tienen el valor de los ya conocidos, poder publicarlos en Beturia”.
    
    Ángel Braulio Ducasse es otro de los muchos extremeños que tienen una cuneta por tumba. No le sirvió de salvoconducto ni el exótico apellido que había heredado del abuelo, un técnico procedente de la Gironda, desde donde vino a Extremadura para trabajar en el ferrocarril. Lo fusilaron una madrugada de aquel terrible agosto de 1936 . Los disparos salieron de los fusiles de los milicianos fieles a la República.
Aquel joven había venido al mundo (1906) en el mismo pueblo que Luis Chamizo y Eugenio Frutos, con quienes conformó un trío poético,universitarios los tres, de parecida edad, pero distintos gustos.
Aficionado desde pequeño a la poesía, pudo conocer a los grandes del 27 según hiciera Fruto, aunque, a imitación de Chamizo, optase por la estética más conservadora. Sí entabló amistad con otro culto extremeño, el dombenitense Francisco Valdés Nicolau (n. 1892), formado en la Residencia de Estudiantes y, como él, también fusilado por simpatizar con las fuerzas sublevadas. Afincados los dos en Extremadura, optarán por preterir sus posibles carreras literarias para dedicarse a un periodismo militantes (diarios HOY, Extremadura, Correo Extremeño) contra unas izquierdas en ascenso creciente y cada vez más impetuosas.
No obstante, tuvo ocasión de dar a imprenta dos poemarios, Titirimundi sentimental (1930) y Estridencias (1936), amén de una oración rimada dirigida al Cristo de las Aguas en solicitud de lluvia. Merced a las gestiones de Ricardo Hernández Megías, aquel primer libro fue reeditado por Beturia (2010), donde ahora ve luz el segundo, bastante más difícil de localizar hasta ahora. Reaparece con preliminar del tozudo bibliófilo y el prólogo que en la princeps pusiera el propio Valdés. Crítico exigente, no se le ocultaban las limitaciones del libro, pero simpatizaba sin duda con los valores éticos que aquellos poemas trasmiten. “La mayoría de los pueblos extremeños, comienza el prologuista, se ahogan arrebatados en su recia aguamarina antipoética, efecto de su afilado apego al presente y de su despiadada repulsa lo pretérito”. Las burguesías locales, a los que tanto flageló Valdés, sólo atienden a “sus molinos de aceite, a sus viñedos, a sus rebaños de merinas, a sus piaras de puercos”, e inflados de ocio, prefieren darse, más que a la lectura y el estudio, “al tute casinero, al tresillo de rebotica y al zascandileo de una política caciquil”. Una burguesía ciega, que no percibe “las voces que arrastraban –como el viento al polen vegetal- los nuevos caminos abiertos al tránsito”, denuncia Valdés.
En la pluma de su paisano cree percibir aires renovadores, aunque en fórmulas clásicas y sin desatender el patrimonio tradicional. Efectivamente, los poemas de Ducasse, casi todos ajenos a la situación político-económica del país (exceptuemos “Propaganda electoral”), constituyen vívidas estampas campesinas, en las que late el sentir del pueblo sencillo. Vienen a ser, según los casos, como canciones de ronda, matrimonio, juego y trabajo (la mejor, la de siega), romances antiguos, plegarias religiosas, elogios de la aldea (guiño a Reyes Huertas) o letrillas infantiles. Si su lira no tiene, según señalase Valdés en reseña para el periódico HOY, ni “la dureza y fortaleza de reciedumbre de Chamizo, ni la hondura filosófica de Frutos”, mostrándose más en línea con Gabriel y Galán, no deja de resultar interesante este “repaso al alma regional”.
Gratitud merecen Ricardo Hernández y Beturia por facilitárnoslo.


    

jueves, 8 de septiembre de 2016

Poesía en las celebraciones del V Centenario del fallecimiento de Fernando el Católico

El quinto centenario de la muerte de Fernando el Católico, ocurrida en la localidad extremeña de Madrigalejo el 23 de enero de 1516, se ha conmemorado con diversas eventos a lo largo de este año 2016. Entre ellos, hubo un acto poético con la asistencia tres poetas nacidas en la localidad. Lo más notable desde el punto de vista histórico es que el día anterior, 22 de enero de 1916, el rey firmó su testamento. En él disponía que tanto los reinos que habían pertenecido a su esposa Isabel la Católica, como los suyos y los conquistados pasaran a un único heredero, por lo que puede considerarse el acta de nacimiento de España como nación.
            El pasado 14 de agosto la Asociación Cultural “Madrigalejo 2016” organizó un encuentro poético en La Casa de Cultura de tres poetas de este municipio: Silvia Gallego Serrano, M. Ángeles García Carranza y la socia de Beturia Amelia Peco Roncero. Además, Amelia Llevó algunos títulos de libros publicados por Beturia que fueron expuestos durante el acto.
            No es muy usual que tres mujeres coincidan, no solo en ser del mismo pueblo, sino que lo hagan en un mismo espacio temporal y al mismo tiempo en su forma de sentir el arte poético: la tierra, el erotismo y la defensa de lo femenino.
            Fue un acto emotivo en el cual compartimos con nuestros paisanos el amor por la poesía. Tal vez, algunos fueran por el hecho ver a tres poetas de su mismo pueblo y puede que, hasta se sintieran orgullosos. 
            Yo tengo que decir, que me sentí orgullosa y satisfecha de mi gente y de mi tierra por el cariño y el respeto con el que me han tratado cada vez que he tenido oportunidad de realizar alguna actividad cultural.
            También me di cuenta de que cuando la cultura en cualquiera de sus géneros comienza a movilizar la mente de un ser humano es como si un campo bien abonado comenzara a brotar y fuera imparable la cosecha que acabaremos recogiendo.
            Está claro que los pueblos avanzan y crecen según su nivel cultural: La sabiduría de aquel que labra la tierra y el saber que guardan las bibliotecas deberíamos conjugarlos al mismo tiempo, porque no podemos olvidar que el medio rural y el saber popular son fuertes como tronco de encina.
            Cuentan que en la antigua Alejandría en la época de Tolomeo I, sucesor de Alejandro Magno, cuando algún extranjero llegaba a la ciudad se le registraba, no para ver si llevaba algo malo, sino para ver si llevaba algún libro; si era así, se llevaban el libro y comprobaban si estaba o no en la biblioteca, si estaba, el libro era devuelto a su dueño si por el contrario no lo tenían se quedaba allí pasando a formar parte de lo que fue el primer Centro de investigación y del saber del mundo:  La biblioteca de Alejandría y, al dueño del libro, se le compensaba por ello.
            Termino con una frase de Aristoteles, maestro de Alejandro Magno:
            “El destino de los imperios depende de la educación de su juventud”.
            Gracias de nuevo a todos y elevemos al ser humano mediante la cultura.


Amelia Peco.

viernes, 1 de julio de 2016

Homenajes a José Miguel Santiago Castelo (el último en el Hogar Extremeño de Madrid)

                Después de fallecimiento de uno de los socios fundadores de Beturia, Santiago Castelo en mayo de 2015, han sido varios los merecidos homenajes que se le han tributado, y en todos ellos ha habido mayor o menor presencia de Beturia.
                El primero se celebró en septiembre de ese año en su pueblo natal, Granja de Torrehermosa, donde uno de los asistentes fue nuestro socio Plácido Ramírez Carrillo.
Portada del libro
Santiago Castelo, el poeta de la memoria dulce
                Multitudinario fue el que se le rindió en la Casa de la Cultura de Torrejón de Ardoz el 23 de abril (día del libro) de 2016, organizado por el Círculo Extremeño de esa localidad cuyo presidente es el también socio de Beturia Francisco Cerro Ramos. En esa ocasión se presentó el libro "Santiago Castelo, el poeta de la memoria dulce", en parte biografía y en parte antología de sus mejores poemas, elaborado por otro de nuestros socios, Ricardo Hernández Megías. Al acto acudió el alcalde de la ciudad, D. Ignacio Vázquez, acompañado de varios miembros de su corporación municipal Además de Ricardo Hernández, intervinieron Francisco Cerro y otros socios de Beturia entre los que podemos señalar a Alejandro García Galán, José Iglesias Benítez, Félix Malfeito, Theófilo Acedo, Vicente Sánchez-Cano, Pablo Jiménez y Alberto Lebrato, quienes dijeron algunas palabras, recitaron versos o interpretaron canciones en homenaje a Castelo.
Homenaje en Torrejón de Ardoz.
De izquierda a derecha D. Ángel Idígora (párroco), D. Ignacio Vázquez (alcalde),
D. Francisco Cerro y D. Ricardo Hernández
                Ahora se le ha tributado un homenaje en el Hogar Extremeño de Madrid que, al ser la sede de Beturia, nuestra asociación también ha participado en la organización. El Presidente de Beturia, Jacinto Gil Sierra, destacó la condición de socio fundador de Santiago Castelo. Durante su intervención señaló que la obra poética del homenajeado está repartida en una veintena de libros publicados, además de colaboraciones más breves en prólogos, revistas, etc. Esos libros pertenecen a diversas editoriales, quizás como prueba de que la poesía de Santiago Castelo era muy solicitada por el mundo editorial y el autor quería quedar bien con todos. En Beturia Ediciones publicó el libro que lleva por título Antología Extremeña, que recoge los poemas que más de cerca se refieren a nuestra tierra, potenciando así la esencia de nuestra Asociación cuyo principal objetivo es fomentar la cultura extremeña. También recordó que Santiago Castelo nos abrió en una ocasión las puertas de la Real Academia de Extremadura de las Artes y las Letras que él presidía para presentar en su salón de actos un libro editado por Beturia.
                Otros socios de Beturia recitaron algunos de los poemas de Castelo. Theófilo Acedo Díaz puso música a un breve poema incluido en el libro Quilombo y lo cantó acompañado de la música que él mismo interpretó a la guitarra. La letra dice así:
Caminos y senderos,
                                                                cielos esclarecidos
                                                                y esa nube ¿por qué rezuma
                                                                tanta pena y tanta soledumbre?
Theófilo Acedo con guitarra durante su interpretación

D. Jacinto Gil y D. José Iglesias en el atril durante sus intervenciones
               José Iglesias Benítez recordó la amistad que le unió con Castelo y los encuentros poéticos que hubo entre ambos. Además de recitar un poema del último libro de Castelo, el titulado La sentencia que fue ya publicado de modo póstumo tras recibir el premio Gil de Biedma 2015, recitó dos sonetos propios dedicados a José Miguel:
              
                     DÍPTICO DE TIERRA Y LUZ
A Santiago Castelo, in memoriam
I
    Este sonetotierra que te escribo
    me araña como tierra, entraña adentro.
    Huele a tierra mojada y en su centro
    abriga un corazón al rojo vivo.

    Un corazón de luz desmesurada
    que la tierra arropó en su desvarío.
    Un corazón que ahoga el suelo frío
    y lo apaga y lo empuja hacia la nada.

    Hoy te llora mi voz, huérfana y sola,
    y añora aquel clamor de caracola
    que supo darnos en tu voz consuelo.

    …Y el soneto se queda desvalido
    porque no estás aquí, porque te has ido,
    poeta de la luz, dulce Castelo.


II
    Poeta de la luz, dulce Castelo,
    ruiseñor de la encina y del olivo,
    alondra en el trigal, de canto altivo,
    cigüeña o golondrina en raudo vuelo.

    El blancor de la cal, azul del cielo,
    amarillo en la mies con sol festivo,
    violeta en el amor, breve y furtivo,
    o rojo en la pasión de tu desvelo,

    cantabas a la luz y a la alegría
    con una pizca de melancolía
    y el ensueño tejido en verso y prosa.

    Ruiseñor del olivo y de la encina.
    Alondra bajo el surco. Y golondrina.
   Ya eres cigüeña de tu Torre Hermosa.

                Terminó su intervención leyendo una adhesión que le había enviado el también socio de Beturia Félix Malfeito.
                La última aportación de Beturia en ese homenaje la puso el músico y también socio Alberto Lebrato, quien interpretó al piano un pasodoble dedicado a Granja de Torrehermosa de cuya letra era autor Castelo.
                El homenaje se completó con intervenciones de representantes de otros organismos con los que Santiago Castelo tuvo vinculación (el Hogar Extremeño de Madrid, la Federación de Asociaciones Extremeñas de la Comunidad de Madrid, la Hermandad de la Virgen de la Victoria de Trujillo, el diario ABC y la Asociación Española de Escritores y Artistas).
                Estas palabras de nuestro socio Ricardo Hernández, extraídas de la introducción a Santiago Castelo, el poeta de la mirada dulce, explican muy bien el porqué de tantos actos de reconocimiento hacia José Miguel Santiago Castelo:
                "Era un hombre vitalista, trabajador infatigable, capaz de abarcar múltiples y variadas actividades, incansable conversador, amigo de tertulias (sobre todo literarias), enamorado de su profesión de periodista así como de la poesía que, junto con Extremadura, eran sus otros grandes amores en la vida."

jueves, 2 de junio de 2016

Viaje a Extremadura 2016

El Tajo Internacional y su entorno (28-29 de mayo 2016)
                El Tajo Internacional ha sido el destino elegido este año para hacer nuestro tradicional viaje de primavera a Extremadura. Allí donde el perfil de la provincia de Cáceres alarga su extremo oeste para seguir aferrada al  río Tajo hasta donde el embalse de Cedillo, el último de los que retienen sus aguas, ha creado un alargado lago con numerosas ramificaciones entre laderas escarpadas cubiertas de vegetación.
Embarcando en el embarcadero de Cedillo
                Llegamos al embarcadero de Cedillo y embarcamos al barco turístico que navega por las aguas del embalse. Lo primero que nos sorprendió fue el aspecto del capitán del barco, más propio del prototipo de un navegante de alta mar que de río. Nos explicó las normas de la singladura, tanto en lo relativo a nuestra seguridad como a no contaminar ni molestar a la fauna silvestre. La navegación comenzó por el cauce del Tajo, pero pronto giró a la izquierda para adentrarse en uno de sus afluentes, el Ponsul; solo cambió la anchura de las aguas, pero las sucesivas curvas del río siguieron limitadas por fuertes pendientes de bosque mediterráneo. Los pasajeros, inicialmente instalados en la amplia cabina acristalada y con techo, pudimos movernos por turnos en la terraza superior y en los breves espacios de proa y popa. Algunos de nosotros tuvimos la suerte de contemplar, por un breve instante, el vuelo de una huidiza cigüeña negra a poca altura sobre la orilla de babor. Tras pasar aproximadamente una hora respirando aire puro con aromas de primavera llegamos al embarcadero de Lentiscais, en territorio portugués. Allí nos esperaba un autobús para trasladarnos hasta la cercana ciudad de Castelo Branco.

Beturios en la terraza superior y barco atracado en el embarcadero de Lentiscais, junto al puente
Murales con imágenes marineras
en el restaurante A messe do marinheiro
                Dada la hora de llegada a Castelo Branco, lo primero que hicimos fue ir al restaurante A messe do marinheiro, donde comimos sopa de verduras, bacalao dorado y carne a la alentejana, rematado con una variedad de dulces portugueses entre los que pudimos elegir el postre. El resto de la tarde lo dedicamos a visitar la ciudad con un guía local.




                Nos llamó la atención un crucero bellamente esculpido, instalado en un lugar diferente del emplazamiento donde estuvo originalmente, que parece indicar que por allí pasaba una de las ramificaciones del camino portugués a Santiago. Es de principios del siglo XVI y en la columna, de una pieza de granito,
están talladas varias hélices superpuestas para imitar las sogas de los marineros tan en boga en aquella época de los descubrimientos. Está rodeado de un pequeño foso octogonal que permite sentarse en sus bordes alrededor del crucero.

Zona central del jardín del palacio episcopal
                Donde más tiempo nos detuvimos fue en el jardín del palacio episcopal, que desde 1919 es de propiedad municipal. Fue construido en el siglo XVIII, por lo que es lógico que sea de estilo barroco. La entrada actual tiene una murales de azulejos con vistas antiguas de la ciudad. Entre las fuentes y los setos geométricos, el elemento que más destaca son las numerosas estatuas de reyes de Portugal, apóstoles y otras alegóricas de los signos del zodíaco, las estaciones del año, las virtudes cristianas, etc. Contiguo al jardín principal está el jardín alagado (inundado) formado por un conjunto de arriates de formas geométricas limitados por bordillos de piedra que emergen de un estanque.
                Lo último que visitamos fue el museo que agrupa piezas arqueológicas y bordados, el cual está instalado en el antiguo palacio episcopal contiguo al jardín.
                Tras un paseo por la zona más antigua y empinada de la ciudad, regresamos al embarcadero de Lentiscais y, ahí, tomamos el barco para regresar al embarcadero de Cedillo, repitiendo las impresiones del viaje por el Parque Natural del Tajo Internacional. Terminamos la jornada en un hotel situado en Valencia de Alcántara, donde nos alojamos.
                El domingo 29 comenzó con un paseo por Valencia de Alcántara. A pesar de la brevedad, pues nuestro viaje tenía un objetivo más importante esa mañana, pudimos ver la  fachada de la iglesia de Rocamador y pasear por el barrio gótico-judío. Nos detuvimos ante las numerosas puertas ojivales enmarcadas por piezas de cantería, los voladizos de piedra que, de dos en dos, sobresalen de la base de las ventanas de la planta alta y cuya misión original pudo ser sostener lámparas de aceite que colgaban de ellos, y los escudos nobiliarios de los linajes que poblaron esas casas. No pudimos desplazarnos hasta los numerosos dólmenes que jalonan su término, pero sí pasamos junto a los restos del acueducto romano situados en la calle de Los Arcos a la que ha dado nombre la arquería del acueducto.
Típicos voladizos de piedra junto a las ventanas del barrio gótico
Una de las fachadas típicas del barrio gótico-judío
de Valencia de Alcántara
                Y fuimos a la cercana población de San Vicente de Alcántara aprovechando que este domingo 29 de mayo de 2016 se conmemoraba la festividad del Corpus Christi, la cual se celebra de forma especial en esa población. San Vicente de Alcántara es conocida por ser la sede de varias decenas de fábricas de productos elaborados a partir del corcho.
                La visita comenzó por el museo del corcho, donde a través de paneles y de las explicaciones de la guía del museo se nos informó de diversos aspectos relativos a la producción y calidad del corcho y la elaboración de diversos utensilios de ese material, entre los que destaca el tapón de las botellas de vino. Llamó la atención el dato de que la primera vez que se descorteza un alcornoque joven es cuando este tiene ya más de 50 años de edad; ese primer descortezado produce un corcho de mala calidad; el segundo descortezado 8 o 9 años más tarde también tiene poca calidad y hay que esperar hasta el tercer descortezado, cuando el árbol ya ha alcanzado unos 80 años de edad, para tener corcho con el que poder fabricar los tapones de los mejores vinos.


                Pero el motivo principal de la visita era contemplar las calles adornadas con mosaicos de colores por donde pasa la procesión del Corpus Christi. Esta fiesta da lugar a un arte efímero en el que colaboran muchos vecinos. El trabajo empezó varios meses antes, cuando se deciden los diseños de los motivos que se reproducirán en las alfombras de colores. El serrín de corcho utilizado en los mosaicos no admite los tintes, por lo que con ese material se elaboran la parte de los dibujos que son de color marrón con los diversos tonos que el corcho presenta de forma natural. Para completar los demás colores se utiliza serrín y virutas de madera, las cuales sí se tiñen. La elaboración de los mosaicos comienza en la madrugada del sábado al domingo, de modo que varias horas antes de la salida de la procesión las largas cuatro calles que constituyen el recorrido hayan sido engalanadas para disfrute de los sanvicenteños y visitantes. El recorrido de la procesión, con salida y regreso en la iglesia parroquial de San Vicente Mártir, queda convertido por unas horas en un museo de dibujos de colores, geométricos unos y con figuras alegóricas a la festividad del Corpus otros. De trecho en trecho se coloca una mesa con un altar, lo cual sirve de punto de interrupción de una sucesión de mosaicos de determinado estilo y comienzo de otro estilo.








            La procesión se va deteniendo junto a cada uno de esos altares, donde además de rezar alguna oración dirigida por el sacerdote, los vecinos de los balcones próximos y los niños vestidos de primera comunión arrojan pétalos de flores que añaden un colorido adicional a los mosaicos un momento antes de ser pisados por los portadores de la custodia.

                En la comida que tuvimos a continuación en las instalaciones de la piscina de San Vicente nos acompañó la cantaora Mari Carmen Torrado, quien se desplazó desde Badajoz para estar con nosotros. En la sobremesa nos obsequió con algunas de sus interpretaciones, acompañada a la guitarra, cuando era fácil hacerlo sin ensayos previos, por Theo Acedo. El mismo Theo y otros de los compañeros beturios que hicimos este viaje se animaron a cantar y a recitar hasta que la prudencia nos aconsejó emprender el viaje de regreso a Madrid.

lunes, 30 de mayo de 2016

Beturia en la Feria del Libro de Badajoz 2016

Libros de Beturia (izquierda) en la caseta de librería Martínez
                En la recientemente celebrada Feria del Libro de Badajoz (13-22 de mayo), Beturia ha tenido una presencia destacada. La caseta de Librería Martínez exhibía y ofrecía a la venta ejemplares de todos nuestros libros de los que quedan existencias. En primera fila del mostrador, pudieron ser ojeados por los visitantes. Dado que casi todos nuestros autores son extremeños, seguro que sus nombre resultarían familiares a muchas de las personas que recorrían el paseo de San Francisco. Momentos de especial ajetreo en esa caseta fueron los posteriores a las presentaciones de dos de nuestros títulos de reciente aparición. La Feria no permite que quienes asisten a la presentación de un libro lo adquieran en la carpa de presentaciones, sino que acabada la presentación lo deben adquirir en una caseta donde esté dispuesto para la venta y, si lo desean, solicitar al autor que se lo firme.


Manuel Pecillín (izquierda) y José Julián Barriga (derecha)
durante la presentación
              Nuestro socio Manuel Pecellín ha tenido que hacer horas extras   en la Feria. En la mañana del sábado 14 de mayo recibió un homenaje de la UBEX y, a continuación, presentó el libro "Cielo y tierra nativos" editado por Beturia. En la edición de este libro han concurrido tres de nuestros socios, pues además de la autoría de Manuel Pecellín, el prólogo es de José Julián Barriga (quien participó en la presentación) y la portada reproduce un magnífico grabado del pintor Eduardo Naranjo.

        Es un libro mitad académico, mitad erudito, compuesto por retazos, cada uno de los cuales refleja un fragmento de la historia intelectual reciente de Extremadura, sus tierras, sus gentes y sobre todo en lo referente a sus libros, con un conocimiento de primera mano por haber sido el profesor Pecellín protagonista o, al menos, testigo. 



          Casi al finalizar la Feria se presentó nuestro último libro editado, el poemario "Cuaderno de luz dormida", de Plácido Ramírez Carrillo. Quizás se haya establecido un récord de presentación precoz, pues se terminó de imprimir solo dos días antes del sábado 21 de mayo, fecha elegida intencionadamente hacia el final de la Feria para dar tiempo al impresor.
            En la presentación intervinieron Luis Sáez Delgado (profesor de literatura y crítico) y Álvaro Meléndez. La carpa de conferencias estuvo abarrotada con más de cien personas, gente del mundo de la cultura y autoridades, como muestra de la gran capacidad de convocatoria que tiene Plácido después de muchos años dedicado a actividades literarias, tanto de modo individual como a través de asociaciones. La mayoría de las poesías que contiene componían el libro declarado finalista en el premio de poesía "Ciudad de Badajoz" de 2008. Están llenas de versos finos, elegantes, como preludian los iniciales del primer poema
Después de la lluvia te busqué,
entre calles sin nombre,
en pueblos perdidos,
por ciudades de esperanza.

          Entre medias otros dos socios de Beturia presentaron sendas publicaciones recientes, aunque publicadas por otras editoriales.

        Laura Olalla presentó su poemario "Diseño de interiores". Es una inmersión en las emociones del interior de su psiquis, acompañadas y expresadas mediante imágenes de raíz onírica y factura plástica. El libro está dividido en tres partes bien delimitadas. La primera muestra la infancia, con alusiones a la añoranza que se siente por la pérdida del padre. La segunda parte supone la búsqueda del amor desde su recuerdo, con pinceladas e intenso erotismo. En la tercera parte los poemas se hacen breves, intensos. En la presentación también intervino Manuel Pecellín, quien previamente había escrito una reseña de esta obra en el suplemento literario Libre con libros del diario Hoy y entre los versos que allí destacó están estos:

Me vestiré de gala para anidar en tu cuerpo.
Y en el nuevo misterio del crepúsculo
-llevo orquídeas trenzadas de horizontes-
abrazaré tu fuego con mi pezón altivo.

De izquierda a derecha Francisco J. Chamorro Camisón,
quien en el mismo acto presentó un libro publicado
también por la Editora Regional, Rosa Lencero (exdirectora
de la Editora Regional), José Iglesias Benítez
y Eduardo Moga, actual Director de la Editora
        Y también estuvo José Iglesias Benítez con su "La luz en el espejo", editado por la Editora Regional de Extremadura. Hermoso y preciso poemario de verbo nítido y atractiva arquitectura.
        ¿Por qué este corazón desorientado/ha roto la crisálida? se pregunta el poeta en el primer verso y medio del soneto -espléndido- que abre el libro. Este primer poema es una declaración de intenciones: la odisea del fabulador de la palabra en busca de la luz interior o su reflejo en la contrafigura que devuelven los espejos. El apartado titulado Spectrum quizás sea el más gratificante. Recurre el poeta a todos los secretos (sobre los que demuestra ejercer un solvente dominio) del largo menester de escribir y soñar y vehicula su discurso valiéndose de los colores.
¿Y a dónde vas ahora,
a dónde, ciego
en un mundo de ciegos,
a dónde,
sin lázaro ni guía?